martes, 11 de septiembre de 2007

PAN CALIENTITO. Jeannette y su microempresa familiar



Si vives en el sur del centro de Santiago, en comunas como La Florida o Puente Alto, ya te habrás acostumbrado a ver, desde la puesta en marcha del plan de transportes público “Transantiago”, el incremento explosivo de los diversos puestos de comercio ambulante en los alrededores de las estaciones del metro Línea 4. Como se mencionaba en el post anterior “ya no se comercializa en las afueras de las estaciones solo la sopaipilla o la empanda frita, sino que han brotado puestos dedicados a la repostería con la venta de kuchen de manzana, panqueques rellenos de manjar, berlines rellenos de mermelada, manjar o pastelera y calzones rotos con azúcar flor; puestos de comida chatarra o rápida con completos, ases, italianos, churrascos, chaparritas, anticuchos y hasta los orientales arrollados primavera; puestos de pasteles típicos de La Lígua y Curacaví; puestos con venta de paltas y quesos en sus diferentes variedades; puestos tipo amasandería con venta de pan amasado con o sin chicharrones, integral, hallullas y marraquetas; puestos de venta de ropa (en su mayoría usada) o accesorios con abrigos, chalecos (de solo mil pesos), poleras, polerones, pantalones, pantis, pantimedias, variedad de ropa interior femenina y masculina, zapatillas, zapatos y cinturones; puestos con venta de música y dvd; puestos de venta tipo kioscos con comercialización de alfajores, papas fritas, ramitas, cigarros, bebidas, etc”.





Reflejo de esta situación es la salida de la estación del metro “Elisa Correa”, en específico en la intersección de las calles “Avenida Vicuña Mackena” con “Los Toros”. Lugar donde también se encuentra uno de los paraderos de los recorridos 210, F9 Y F13.



Entre la rapidez de los usuarios por llegar a sus hogares, la detención de los buses que llevan y dejan pasajeros y la dispersión de los ya mencionados puestos de comercio ambulante, encontramos un sitio de venta ambulante característico, apostado a 20 metros de la estación Elisa Correa, como también de la esquina de "Avenida Vicuña Mackena" y "Los Toros". Desde aquella esquina se logra ver una camioneta blanca con adornos dieciocheros, que posee además un cartel, al más puro estilo de cualquier colectivo de nuestra capital, que dice “PAN CALIENTITO”.



La dueña de ese lugar es Jeannette, quien de acuerdo a sus palabras, se encuentra trabajando allí desde “octubre del año pasáo”. Jeannette tiene cuarenta años de edad. Desde hace más de cinco años que se encuentra trabajando en la producción de pan, pero en ese entonces repartía pan casa por casa, primero a “pié con una burra” y después con su camioneta. Su llegada a al metro Elisa Correa no es casualidad, sino que las mismas personas que esperaban a que ella pasara con su “PAN CALIENTITO” le pidieron a modo de broma que se colocaran en la salida del metro.


En su local no nos encontramos con el típico pan de almacén, sino que por el contrario con un “pan artesanal”, que va desde hallullas con o sin sal, integral, amasado con o sin chicharrones, dobladitas, tortillas también con la variedad de elegir entre con o sin chicharrones; como asimismo donas, berlines y calzones rotos.




Jeanntte y su “PAN CALIENTITO” llegan al puesto de trabajo a las cuatro de la tarde yéndose a su hogar dos o tres horas más tarde con todo el pan ya vendido. Algunas veces, su marido Jorge o su hijo, que se encuentra en la enseñanza básica, la acompañan. Jeanntte define su negocio como una “microempresa familiar”, que ha salido a delante sin el apoyo del estado, sino por su propio poder de endeudamiento y producción.




Jeannette nos comenta que su negocio ha ido en alza gracias a la puesta en marcha del Transantiago, según ella existe un “aumento del 60% de la venta”. Por ende comenta con risa “somos los únicos que apoyamos el Transantiago, viva el Transantiago”. Antes de la puesta en marcha del plan de transportes solo producían 20 kilos, en cambio en la actualidad los kilos de pan que producen alcanzan los “160 kilos".

Jeannette, explica que su éxito, a parte de ser ayudado por el aumento de los usuarios que realizan la combinación con troncales, locales o metro en la intersección de la “Avenida Vicuña Mackena” con “Los Toros”, es por su dedicación y amor por lo que realiza, ella intenta “darle otra contextura al pan no la típica que se encuentra en las industrias”.

5 comentarios:

Nayive Ananías dijo...

Yo tuve el agrado de conocer a esa señora. =)

Nunca en mi vida había ido a Puente Alto; fue toda una odisea viajar desde Pudahuel hasta dicha comuna! :/
Y, realmente, me sorprendí muchísimo por el comercio que existe a la salida del metro Elisa Correa. Es que venden de todo! Aparte de la comida "al paso", también uno encuentra ropa a buen precio, dulces, pan amasado, frutas y verduras.
Qué paradójico eso sí... Esta mujer es una de las pocas beneficiadas con la instauración del Transantiago. Me alegro por ella, me cayó bien xD!

Saludos, Tavo! ^^

Anónimo dijo...

Yo no he conocido a la señora, pero con tanto comercio y la variedad de comestibles mencionados, ganas no faltaron.

Siempre habrá beneficiados y perjudicados. Dar en el gusto a todo el mundo es una tarea utópica.
pd. estás famoso, te vi x ahí...

Saludos, compañero (si es que aún perteneces a sección Maza)

Camila dijo...

Es verdadermanete impresionante la cantidad de cosas que se peuden encontrar a la salida de las estaciones de metro. En las rejas venden incluso comida china.

Yo creo que muchos comerciantes han sido beneficiados con Transantiago.

Manuel dijo...

Te quedó muy bien esa imagen con el canasto de pan. :P

Gonzalo Maza dijo...

Gustavo,
Muy interesante cómo contaste tu historia con imágenes. Son buenas fotografías y bien puestas para contar tu noticia. Los textos estan bien reporteados, y completa el post anterior. Sin embargo, recuerda que en este grupo hacemos historias basadas en una línea en particular y debes adaptarte a esa obligación para los próximos trabajos. Espero que podamos conversarlo en clases.
El profesor