domingo, 28 de octubre de 2007

martes, 23 de octubre de 2007

lunes, 8 de octubre de 2007

martes, 11 de septiembre de 2007

PAN CALIENTITO. Jeannette y su microempresa familiar



Si vives en el sur del centro de Santiago, en comunas como La Florida o Puente Alto, ya te habrás acostumbrado a ver, desde la puesta en marcha del plan de transportes público “Transantiago”, el incremento explosivo de los diversos puestos de comercio ambulante en los alrededores de las estaciones del metro Línea 4. Como se mencionaba en el post anterior “ya no se comercializa en las afueras de las estaciones solo la sopaipilla o la empanda frita, sino que han brotado puestos dedicados a la repostería con la venta de kuchen de manzana, panqueques rellenos de manjar, berlines rellenos de mermelada, manjar o pastelera y calzones rotos con azúcar flor; puestos de comida chatarra o rápida con completos, ases, italianos, churrascos, chaparritas, anticuchos y hasta los orientales arrollados primavera; puestos de pasteles típicos de La Lígua y Curacaví; puestos con venta de paltas y quesos en sus diferentes variedades; puestos tipo amasandería con venta de pan amasado con o sin chicharrones, integral, hallullas y marraquetas; puestos de venta de ropa (en su mayoría usada) o accesorios con abrigos, chalecos (de solo mil pesos), poleras, polerones, pantalones, pantis, pantimedias, variedad de ropa interior femenina y masculina, zapatillas, zapatos y cinturones; puestos con venta de música y dvd; puestos de venta tipo kioscos con comercialización de alfajores, papas fritas, ramitas, cigarros, bebidas, etc”.





Reflejo de esta situación es la salida de la estación del metro “Elisa Correa”, en específico en la intersección de las calles “Avenida Vicuña Mackena” con “Los Toros”. Lugar donde también se encuentra uno de los paraderos de los recorridos 210, F9 Y F13.



Entre la rapidez de los usuarios por llegar a sus hogares, la detención de los buses que llevan y dejan pasajeros y la dispersión de los ya mencionados puestos de comercio ambulante, encontramos un sitio de venta ambulante característico, apostado a 20 metros de la estación Elisa Correa, como también de la esquina de "Avenida Vicuña Mackena" y "Los Toros". Desde aquella esquina se logra ver una camioneta blanca con adornos dieciocheros, que posee además un cartel, al más puro estilo de cualquier colectivo de nuestra capital, que dice “PAN CALIENTITO”.



La dueña de ese lugar es Jeannette, quien de acuerdo a sus palabras, se encuentra trabajando allí desde “octubre del año pasáo”. Jeannette tiene cuarenta años de edad. Desde hace más de cinco años que se encuentra trabajando en la producción de pan, pero en ese entonces repartía pan casa por casa, primero a “pié con una burra” y después con su camioneta. Su llegada a al metro Elisa Correa no es casualidad, sino que las mismas personas que esperaban a que ella pasara con su “PAN CALIENTITO” le pidieron a modo de broma que se colocaran en la salida del metro.


En su local no nos encontramos con el típico pan de almacén, sino que por el contrario con un “pan artesanal”, que va desde hallullas con o sin sal, integral, amasado con o sin chicharrones, dobladitas, tortillas también con la variedad de elegir entre con o sin chicharrones; como asimismo donas, berlines y calzones rotos.




Jeanntte y su “PAN CALIENTITO” llegan al puesto de trabajo a las cuatro de la tarde yéndose a su hogar dos o tres horas más tarde con todo el pan ya vendido. Algunas veces, su marido Jorge o su hijo, que se encuentra en la enseñanza básica, la acompañan. Jeanntte define su negocio como una “microempresa familiar”, que ha salido a delante sin el apoyo del estado, sino por su propio poder de endeudamiento y producción.




Jeannette nos comenta que su negocio ha ido en alza gracias a la puesta en marcha del Transantiago, según ella existe un “aumento del 60% de la venta”. Por ende comenta con risa “somos los únicos que apoyamos el Transantiago, viva el Transantiago”. Antes de la puesta en marcha del plan de transportes solo producían 20 kilos, en cambio en la actualidad los kilos de pan que producen alcanzan los “160 kilos".

Jeannette, explica que su éxito, a parte de ser ayudado por el aumento de los usuarios que realizan la combinación con troncales, locales o metro en la intersección de la “Avenida Vicuña Mackena” con “Los Toros”, es por su dedicación y amor por lo que realiza, ella intenta “darle otra contextura al pan no la típica que se encuentra en las industrias”.

martes, 4 de septiembre de 2007

Comunicación multimedia con Andres Valdivia.

Michelle nos invitaba a comenzar una nueva forma de transportarse en el centro de Santiago. El amigo Iván, el gran ídolo popular, apoyaba la iniciativa. "Planifica tu viaje" era la frase que más serepetía en aquellos días.


lunes, 13 de agosto de 2007

¿QUIERES COMPRAR ALGO? INCREMENTO DEL COMERCIO AMBULANTE GRACIAS AL TRANSANTIAGO.

Silvia Nuñez tiene cincuenta años, se dedica al comercio ambulante en la Comuna de Puente Alto hace más de de trece años. Su relación con Transantiago es difícil, porque antes de que se implementara el plan de transportes ella vendía en las intersecciones de Avenida Gabriela Poniente con Vicuña Mackena en el paradero 31, cercano a la estación de metro Sótero del Río. Allí, de acuerdo a sus palabras, “la venta era buena” porque no existía otro puesto de venta ambulante que le hiciera competencia.

Desde el diez de Febrero su vida cambió. Diferentes personas vieron en el colapso de servicios del Transantiago una salida viable a sus problemas económicos instalándose con puestos de comercio ambulante en las afueras de algunas estaciones de la línea 4 del metro. Las más características: Elisa Correa, Sótero del Río y Protectora de la Infancia.

Ya no se comercializa en las afueras de las estaciones solo la sopaipilla o la empanda frita, sino que han brotado puestos dedicados a la repostería con la venta de kuchen de manzana, panqueques rellenos de manjar, berlines rellenos de mermelada, manjar o pastelera y calzones rotos con azúcar flor; puestos de comida chatarra o rápida con completos, ases, italianos, churrascos, chaparritas, anticuchos y hasta los orientales arrollados primavera; puestos de pasteles típicos de La Lígua y Curacaví; puestos con venta de paltas y quesos en sus diferentes variedades; puestos tipo amasandería con venta de pan amasado con o sin chicharrones, integral, hallullas y marraquetas; puestos de venta de ropa (en su mayoría usada) o accesorios con abrigos, chalecos (de solo mil pesos), poleras, polerones, pantalones, pantis, pantimedias, variedad de ropa interior femenina y masculina, zapatillas, zapatos y cinturones; puestos con venta de música y dvd; puestos de venta tipo kioscos con comercialización de alfajores, papas fritas, ramitas, cigarros, bebidas, etc.

Silvia asegura que el alcalde de la comuna, el señor Manuel Ossandon dispuso que, en la salida del metro Sótero del Río, “se instalaran puestos legales de comercio”, dando privilegio a los vendedores ambulantes de la estación Elisa Correa.
Silvia comenta que “nunca se le acercó alguien” para ofrecerle un puesto legal. A pesar de que, según ella, el mismo alcalde estuvo en su hogar, conoció su situación de trabajadora de trece años, conoció la invalides y ceguera de su marido y que por último vio cómo ella se encontraba enferma al poseer visibles deformaciones en su espalda y rodilla.
Solo logró conseguir un puesto a más de cincuenta metros de la entrada del metro Sótero del Río. Esto le generó poseer escasas posibilidades de venta, dada la gran competencia de más de veinte puestos de comercio ambulante.

Su ingreso mensual “ya no es el mismo” comparado con el que poseía antes de Transantiago, que era de “doscientas cincuenta lucas más o menos”, al que posee ahora “ciento ochenta lucas”.

En la actualidad depende de sus hijos, de ellos se destaca el menor, quien dejó de asistir al colegio para ayudarla en la venta y en la movilización de sus productos con el “carro de supermercado y la yegua”.

Trabaja de lunes a domingo. A las 5:00 hrs. de la mañana se levanta a ayudar a su esposo, cocina para sus hijos y limpia el hogar. Más tarde se dirige a la compra diaria de sus productos. Y a las 18:00 hrs. se dirige a su trabajo, para terminar su jornada a las 23:30 hrs.

martes, 7 de agosto de 2007